jueves, 20 de diciembre de 2007

LA ORGANIZACIÓN INDUSTRIAL EN LA EDAD MODERNA

La industria en la Edad Moderna no estaba muy extendida cuando la base económica era la agricultura y esta era de autoconsumo. Pero será en esta época cuando empiecen a desarrollarse ciertas formas de transformación de las materias primas y formas primitivas de concentración de las mismas que serán básicas para la aparición de la Revolución Industrial.

Este aumento en la actividad industrial se ve debido a un aumento importante de la demanda como consecuencia de un aumento de la población que se estaba arrastrando desde la Baja Edad Media, que supuso un aumento de la demanda de productos como por ejemplo, los textiles. Esta demanda también se vio alterada por un cambio en los gustos producido en su mayor parte por un pequeño aumento de los recursos económicos de las familias.

Formas de organización industrial

La forma básica fue el gremio. Este ya existía desde la Baja Edad Media en las ciudades. Eran asociaciones jerarquizadas y reglamentadas de artesanos. Sus miembros se dividían en maestros (dueño y “director” del taller), oficiales (empleado asalariado) y aprendices. Tenían el monopolio del producto, debido a que reglamentaban las materias primas a usar, la calidad, la producción, los salarios y condiciones, evitando así la competencia entre los distintos talleres. Pero no sólo su actividad era industrial, también formaron las cofradías y demás asociaciones que regían la vida de las ciudades, fiestas, gobierno municipal, recaudación de impuestos, etc. Además tenía una función social importante, se encargaban del mantenimiento de los ancianos, viudas, hijas solteras y demás personas de su grupo que no estuvieran al cargo de una familia.

Su gran difusión se produjo durante el s. XVI, al calor del gran desarrollo y expansión de este siglo. Importantes fueron en Italia, Países Bajos y España. Durante el s. XVII sufrirán un retroceso importante y más particularmente en zonas de gran dinamismo económico (Países Bajos e Inglaterra) estos perderán parte de su influencia en el gobierno municipal como rectores de la vida económica de la ciudad aunque se seguirá manteniendo la asociaciones aunque no de una forma tan rígida, debido en gran parte por la relación del verlagsysem (Shultz). Sin embargo en el s. XVIII se verán en gran medida fortalecidos de nuevo gracias a la intervención de las monarquías, las cuales se apoyarán para facilitar la recaudación de impuestos, regular y controlar las economías municipales (también nacionales) de ahí la importancia de los cinco Gremios Mayores de Madrid o el gremio de orfebres de Londres (De Roover, Parker).

El verlagsystem o trabajo a domicilio era otro sistema de desarrollo industrial. Se basaba en el trabajo como oficio secundario de artesanos rurales y campesinos. Para ello era necesario una persona con capital (“mercader-empresario”) que se encargara de repartir las materias primas, instrumentos de trabajo (si fuera necesario) y de recogerlas posteriormente para venderlas en los mercados. Esto constituyó un sistema de industria dispersa que ofrecía una serie de ventajas frente al gremio. Supuso una liberalización del mercado al introducir productos desiguales de inferior calidad a los producidos por los gremios. Producción a menor coste porque la mano de obra y las instalaciones al estar en el ámbito rural eran más baratas, pero que elevaron las ventas y los beneficios, produciendo un aumento importante del comercio (Kriedte).

La manufactura era una producción industrial de Antiguo Régimen la cual estaba concentrada por el “empresario” del trabajo a domicilio, poniendo él taller.

Protoindustria

Hace referencia principalmente a toda esa industria dispersa rural que se desarrollará sobretodo a partir del s. XVII a través del trabajo a domicilio. Lo hará en medida porque favorece a la mano de obra rural, el campesino que será su oficio secundario y que garantizaría unos ingresos. El “mercader-empresario” obtenía mayores beneficios al estar bajo un sistema de producción más elástico y que escapaba de las reglamentaciones de los gremios. Este desarrollo de la industrial rural fue muy importante en el Imperio tras la Guerra de los Treinta Años, ya que los centros productores principales, las ciudades, quedaron destruidas, aunque se dio en toda Europa (Kriedte).

Aunque se han expuesto las formas principales de organización de la producción industrial, en el Antiguo Régimen no se dieron de forma tan cerrada, ya que entre ellas estaban interrelacionadas. En muchas ocasiones el “mercader-empresario” del trabajo a domicilio podía ser el maestro de un gremio que para aumentar su producción la desplazaba al campo y la comercializaba en otras ciudades.
Aranzazu Redondo
BIBLIOGRAFÍA
- Kriedte, P.; Feudalismo tardío y capital mercantil: líneas maestras de la historia económica europea desde el siglo XVI hasta finales del siglo XVIII, Barcelona, 1987.
- Schultz, H.; Historia económica de Europa: 1500-1800. Artesanos, mercaderes y banqueros, Madrid, 2001.
- www.artehistoria.jcyl./histesp/contextos.htm Artículos:
- Fernández, Roberto, La industria del siglo XVIII
- El artesanado urbano
- La pervivencia y la crisis gremial
- La preindustrialización

lunes, 17 de diciembre de 2007

LA AGRICULTURA EUROPEA DEL S. XVIII: ¿REVOLUCIÓN AGRÍCOLA?

[1]

Básicamente en la agricultura de este siglo y en Europa se van a mantener las características con las particularidades ya mencionadas en entradas anteriores. Por eso intentaremos dar unas conclusiones de los cambios que se produjeron a finales del siglo XVIII en la agricultura a raíz de los cambios en siglos anteriores y como se presentaba el panorama para la entrada en una nueva era basada en la mecanización.

La historiografía y concretamente la británica ha presentado estos cambios como la Revolución Agrícola. Actualmente hay mucha controversia en cuanto al tema, quedando de manera global la presentación de unos cambios importantes producto de la continuidad y que se darán más en unas zonas que en otras[2].

No se considera que hubiera una revolución en gran medida porque la producción cerealística en general se mantuvo. Si es verdad que aumento en relación al siglo XVII, fue un mal siglo para los cereales muy vulnerables a los cambios climáticos (microglaciación de finales del s. XVI) y a la situación de guerra continua que se vivió en el centro de Europa (Guerra de los Treinta Años). Una vez concluidos estos procesos y tras unos años de recuperación, se produjo una producción aumentada y sostenida aunque sin obviar las oscilaciones típicas del Antiguo Régimen. Principalmente producida por una regularización de las cosechas, que según Le Roy-Ladurie se produjo un aumento de entre el 25 y el 40%[3]. Aunque el escollo principal para la revolución será el que se mantienen las estructuras de la propiedad que reflejan una realidad social muy difícil de cambiar. El resto en cuanto a sistemas de cultivo, técnicas, cultivos, etc. se mantiene a grandes rasgos, aunque no hay que obviar de muchos de ellos tras estar aplicándose durante un siglo, evolucionaran antes o después.

A pesar de todo lo anterior, no se puede obviar que en este siglo hubo cambios establecidos y en cierta medida asentados como en los Paises Bajos e Inglaterra. Aparece un cambio de mentalidad, hay políticas y leyes para incentivar esta innovación y en cierta medida es por la influencia de la fisiocracia, (doctrina económica que considera a la agricultura como la única generadora de riqueza). Por ejemplo en España se plantea la necesidad de reformar el sector agrario y habrá múltiples propuestas, entre ellas la más destacable será el Informe sobre la Ley Agraria (1794) de Jovellanos. En este informe se insiste en cambiar la estructura de la propiedad de la tierra (cercamientos y oposición al latifundismo concentrado o/disperso), la liberalización del comercio (influencia de Adam Smith), mejora técnica y de infraestructuras[4]. Esto fue influenciado en gran medida por el proceso de las enclosures o cercamientos producidos en Inglaterra tras la intervención del Parlamento en 1760, en un proceso que duraría hasta 1815. Este procedimiento facilitó la intensificación, la inversión al ser un bien individual se favorecía el interés personal al igual que cuando el campesino arrendatario era partícipe de una proporción de los beneficios. Pero tuvo la firme oposición de las oligarquías rurales y de la Iglesia sectores muy conservadores y desfavorecidos con el reparto y privatización de las tierras comunales.

Fue una época de desarrollo en las infraestructuras agrarias, aparecen zonas de regadío (Valle del Po, Italia, Valencia), se mejoran las técnicas de drenaje y desecación de marismas (Holanda, Inglaterra, Italia, España). Nuevos sistemas/alternancia de cultivos buscando la disminución o/y desaparición del barbecho y adaptando el terreno, clima y tierra al cultivo buscando la mayor producción (agricultura convertible y agricultura alternante o sistema Norfolk). Sección de semillas y especies para aumentar la producción y la resistencia. Esto será más evidente en cuanto a la ganadería en las cuales aparecerán vacas con mayor producción lechera (cruces de vacas inglesa con la vaca frisona y holandesa) y producción ganadera para el consumo de carne, siendo estos sacrificados en su momento de mayor peso en carne.

Se produce la consolidación de cultivos introducidos anteriormente como el maíz, la patata y el arroz (maíz y patata en la fachada atlántica del continente y el arroz en las zonas húmedas del Mediterráneo). Estos alimentos junto con la carne y la leche contribuirán a disminuir la incidencia y duración de las crisis de subsistencia llevando a un aumento pequeño pero sostenido de la población europea en la segunda mitad del s. XVIII[5]. Cambios en los hábitos de consumo aumentará la producción de tabaco, vino (aparece el brandy), aceite y fruta. Estos dos últimos se producirán más en la cuenca mediterránea extendiéndose el cultivo de frutales a zonas del norte de Italia (Valle del Po) y de España (Cataluña y Valencia). Sin olvidar otros cultivos como los industriales (cáñamo, lino, algodón, morera,…) y las huertas.

En conclusión, la agricultura se transformó de forma importante en algunos lugares, que parecieron islotes dentro del mar europeo. Estas transformaciones se dieron en los lugares en los que había una gran tradición comercial, de innovación, y en donde la densidad poblacional era alta y hacía necesaria esa transformación para producir más alimentos. Fueron Inglaterra, Holanda y el norte de Italia. En el resto de Europa (España, Francia, Rusia y centro Europa) de forma general no se produjo debido a la fuerte oposición de las oligarquías y de la Iglesia, aunque si hubo innovaciones regionales muy particularizadas. Esta innovación contribuyó al aumento de la población y de capital que se invertirá posteriormente en la industria y dará lugar a la Revolución Industrial.

BIBLIOGRAFÍA: - De Maddalena, A.; La Europa rural (1500-1750) y Kellernbez, H.; La técnica en la época de la Revolución Científica (relativo al sector agrario). En: Cipolla, C.M.; (ed): Historia económica de Europa en el ss. XVI y XVII. Barcelona, (1979).
- Distintos artículos relacionados con la agricultura y ganadería de la pág. Web: www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos.htm. Estos son:
- Fernández, Roberto. La agricultura en el s. XVIII y La agricultura en el s. XVIII.
- La agricultura del Antiguo Régimen. (s.XVIII)
- Continuidad estructural.
- La producción agraria
- ¿Revolución agrícola?

[1]Parte del título tomado del artículo titulado ¿Revolución Agrícola? En: www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos.htm
[2] Ver entradas de la agricultura en los Paises Bajos e Inglaterra.
[3]Datos obtenidos de La producción agrícola. En: www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos.htm
[4]Lynch, John, El siglo XVIII. Barcelona (1989) y ¿Revolución agrícola? En: www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos.htm
[5] De Maddalena, A.; La Europa rural (1500-1750) y Kellernbez, H.; La técnica en la época de la Revolución Científica (relativo al sector agrario). En: Cipolla, C.M.; (ed): Historia económica de Europa en el ss. XVI y XVII. Barcelona, (1979).

martes, 11 de diciembre de 2007

LA AGRICULTURA EN INGLATERRA

Acabamos de ver cómo los Países Bajos jugaron un papel destacado dentro de la agricultura de la Edad Moderna. Sin embargo, es la agricultura inglesa de esta etapa la que inspiró el término de “Revolución Agrícola” del siglo XVIII.


La agricultura de Inglaterra se hallaba sujeta a un clima húmedo pero relativamente suave. Se desarrollan nuevos cultivos: la patata, la zanahoria, la col, ... En el norte de la isla, los cultivos eran principalmente cerealísticos, especialmente de centeno, aunque también se cultivaban judías en rotación.


El sistema de cultivo más utilizado fue el de “infield-outfield” (campos próximos – campos lejanos). En los campos próximos se cultivaba cebada, avena y legumbres, formando ciclos de rotaciones bienales, trienales y cuatrienales. Los campos lejanos se reservaban para la avena mientras se alcanzase un alto rendimiento, y después se dejaba para pastos.


Aunque también desarrolló la desecación de tierras, Inglaterra va a optar por modificar la disposición de la propiedad de la tierra, con el fin de conseguir rendimientos mayores. Para ello se realizarán los llamados “Enclosures”, cercamientos que sustituyeron el clásico paisaje de "openfields" o campos abiertos. Los “Enclosures”, junto con la confiscación de propiedades de las comunidades monásticas suprimidas tras la Reforma, introdujeron un aumento de la extensión de las grandes propiedades y una variación en las relaciones entre terratenientes y campesinos. La sociedad rural tendió hacia una estructura de tres niveles:

1) los terratenientes propietarios de su tierra
2) los agricultores arrendatarios que cultivaban tierras sin poseerlas
3) los trabajadores agrícolas que no tenían tierra alguna.


También la venta de estas propiedades modificó en gran medida la estructura agraria y social de Inglaterra. El aumento de los precios y de la producción, hicieron que la vieja aristocracia más que comprar, vendiera las tierras. Así surgió un nuevo tipo de clase social denominada “gentry” , formada por propietarios sin título de nobleza que consiguieron enriquecerse gracias a la llegada de la nueva burguesía capitalista y a la suerte de unos pocos campesinos que consiguieron una buena cantidad de tierra.


Sin embargo, la crisis de 1640 y las guerras civiles, además de producir un aumento de la carga fiscal, hizo que los precios oscilaran hasta caer a finales del siglo XVII. Un gran número de pequeños propietarios de tierras se trasladó a las ciudades, dejando sus explotaciones en manos de arrendatarios, y muchos terratenientes comenzaron a expansionar sus propiedades mediante la adquisición de explotaciones campesinas.
Este es el principio del proceso de disolución gradual del campesinado inglés, el cual se manifestaría ya en la segunda mitad del siglo XVIII desembocando en la Revolución Agrícola de Inglaterra.
De Maddalena, Aldo, “La Europa rural (1500-1750)”, en Historia Económica de Europa (2) Siglos XVI y XVII, Carlo M. Cipolla, ed. Barcelona 1979
- www.artehistoria.jcyl.es
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Ana B.

LA AGRICULTURA EN LOS PAÍSES BAJOS

Tras un primer retroceso de la agricultura en los años sesenta y setenta del siglo XVI, los Países Bajos florecieron durante todo el período de 1590 a 1670. Más tarde sufrirían una nueva caída, permaneciendo estancada hasta mediados del siglo siguiente.

Los agricultores flamencos y holandeses lograron desarrollar técnicas avanzadas que dejaron atrás los sistemas tradicionales. La agricultura se intensificó y los barbechos desaparecieron para dejar paso a novedosas técnicas de rotación en las que el cereal alternaba con las leguminosas, las plantas forrajeras y cultivos especializados. Entre éstos hay que contar los cultivos industriales como el lino, el cáñamo, el lúpulo y la rubia, empleados como materia prima en la desarrollada industria textil de la región. También el cultivo del tabaco resultó importante en el norte de los Países Bajos.

Una de las técnicas mejor desarrolladas por los holandeses fueron las desecaciones de tierras, denominadas “polders”. Consiste en aislar por medio de diques un espacio cubierto por el mar, permanentemente o durante la marea alta. La desecación se realiza mediante el bombeo hacia el mar del excedente de agua de la cubeta artificial resultante, construyendo a continuación una red de drenajes y canales que avenen las aguas pluviales y eviten el encenagamiento de los suelos. Los “polders” se efectuaron fuertemente cuando los precios de la producción agrícola estuvieron en alza, y quedaron inactivos cuando éstos cayeron.

El modelo agrícola holandés es necesario comprenderlo en el contexto de una economía avanzada en la que el alto índice poblacional, la intensidad de la urbanización, la ausencia de trabas señoriales, el grado de capitalización de la economía y el desarrollo industrial constituyen factores de importancia. Las variables técnicas no resultan, por tanto, autónomas respecto a las de naturaleza socio-económica. De hecho, existen acontecimientos bastante llamativos que modificaron el desarrollo agrícola de los Países Bajos:

En la ciudad de Harlingerland1 (en Frisia oriental), entre 1637 y 1648, la agricultura restó mucha importancia a la ganadería, que quedó relegada a un papel más secundario. La razón fue por las normas de reclutamiento bélico que existían durante la ocupación militar, las cuales se basaban en el número de cabezas de ganado que poseyera cada campesino. Sin embargo, al este de Lieja, en la zona de Herve, la prohibición de la exportación de cereales (con objeto de satisfacer las necesidades de la densa población del sur de los Países Bajos) hizo que los campesinos convirtieran en pastos las tierras que antes cultivaban. Personalmente me parece muy llamativo este hecho, pues demuestra la gran cantidad de causas sociales y políticas que podían influir en el desarrollo de la agricultura.

Aunque sin duda, la orientación de la agricultura hacia el mercado fue lo que mejor caracterizó a estos países. Destaca especialmente el comercio del cereal:
Hacia mediados del siglo XVI, el mercado de grano de Amsterdam obtuvo el predominio sobre toda la zona de los Países Bajos. Durante los siglos XVII y XVIII, fue la famosa lonja de granos de la metrópoli holandesa la que fijó los precios del grano en Europa. Este comercio era considerado como “la fuente y raíz de todo el comercio de este país”. Además, este mercado contribuyó en gran medida a la industria de construcción naval holandesa, así como a otras industrias menores, y al aumento de puestos de trabajo para la carga y descarga, construcción de almacenes, cuidado del grano, etc.

Las regiones flamencas lograron el máximo desarrollo agrícola alcanzado en este período. También Inglaterra alcanzó un progreso considerable (como veremos en la siguiente entrada del blog), pero sin duda, parte de este progreso fue debido a la inspiración obtenida por el ejemplo de Holanda.

Ana B.


1. De Maddalena, Aldo, “La Europa rural (1500-1750)”, en Historia Económica de Europa (2) Siglos XVI y XVII, Carlo M. Cipolla, ed. Barcelona 1979, p. 245
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