viernes, 2 de noviembre de 2007

El Mercantilismo o una historia de como se fortaleció el Estado Moderno

Cuando hablamos de mercantilismo hacemos referencia al conjunto de políticas o prácticas económicas que hacían los "incipientes" estados modernos, allá por los siglos XVI-XVII. Fue denominado así a partir del siglo XVIII por fisiócratas y por el padre de la Economía política, Adam Smith, debido a la "obsesión" que tenian estos estados por acumular riqueza procedente en su mayoría de los mercados, de hecho Carlos Marx se refierió a él como el capitalismo mercantil.

La característica principal de esta "corriente económica", no es más que el intervencionismo o proteccionismo hacia unas prácticas económicas que supogan un acúmulo de riqueza para los estados.

Estas prácticas se basaban en proteger los productos de los propios territorios, tanto agrícolas como manufacturas, frente a los exteriores mediante la imposición de aduanas y consumos (impuestos indirectos a la importación). Estas políticas favorecieron la autarquía típica de la sociedad del Antiguo Régimen, que se basaba principalmente en el autoconsumo, pero que estaba despertando al comercio mundial favorecido a su vez por los descubrimientos geográficos.

El Estado, además, tenia distintos monopolios sobre la importación de productos a los que se le aumentaban los impuestos indirectos y que suponían un aumento de los ingresos de las Coronas. Productos como el café, la sal, el tabaco, el cacao, té, algodón,... y manufacturas como el cristal y la porcelana. Pero el principal monopolio que tenía el monarca era la explotación de minas, principalmente las de metales preciosos para su posterior acuñación y transformación en moneda, indispensable para los mercantilistas como Colbert, que consideraban que la riqueza de las monarquias procedían del acúmulo de estos metales (oro y plata básicamente). Esto se podía hacer de tres maneras: por la posesión y extracción directa de las minas (España), manufacturas (Francia) y comercio (Holanda e Inglaterra), esto último nos da lo importante que era para ellos mantener una balanza comercial favorable. Su concepto de riqueza era finito, el que ganaba lo hacía a costa de la pérdida de otro, por ejemplo, "Holanda ganaba con el comercio y la piratería lo que España extraía de sus minas de plata en América".

Un apunte que surgió en clase fue que este intervencionismo para aumentar la riqueza no se invirtió adecuadamente en el estado sino que se invirtió en aumentar el prestigio y el poder del rey (era una forma de propaganda), construyendo fastuosos palacios en vez de mejorar los vías de comunicación terrestre. Fue, en definitiva un intervencionismo y una inversión muy distinta a como la entendemos actualmente.
Discrepancia hay también entre los distintos autores entre si es una teoría económica o fueron políticas encaminadas a fortalecer el Estado Moderno. Lo cierto es que algunas de estas prácticas ya se aplicaban en la Baja Edad Media procedentes del monetarismo como, el papel del príncipe en la acuñación y acúmulo de moneda (Nicolás de Oresme, s.XIV), mantener una balanza comercial favorable se intenta hasta en nuestros días. Sea o no una teoría económica, lo que si es cierto es que junto con otras ideas formó parte de un proceso que llevó desde la Baja Edad Media hasta finales del s. XVIII a sentar las bases de la Economía política y que serviría de base para comparar con otras teorías económicas y junto con esto su principal consecuencia no fue más que fortalecer el poder de un monarca que ya se circunscribía en un terrritorio y que para mantener su poder necesitaba una riqueza que procediera de una fuente distinta a la anterior. Era mejor aumentar los impuestos indirectos y controlar ciertas parcelas del comercio y las manufacturas y permitirse así prescindir de los impuestos directos y las donaciones que se recaudaban a través de las distintas asambleas (Cortes, Estados Generales, Parlamentos,...). Esto suponía, de forma indirecta, prescindir (en la medida de lo que se pudiera) de los apoyos de grupos que hacían sombra a un poder que estaba creciendo. Esto se confirmó, cuando a mediados-finales del s. XIX tras la unificación de Alemania, teóricos económicos alemanes (Roscher) volvieron a hacer resurgir el nombre del mercantilismo, que se identificó con la política económica de esa nueva Alemania que se estaba afirmando.
Esta entrada pretende dar una visión general sobre el mercantilismo, su definición y sus características desde el planteamiento que se dió en clase. Ha sido algo complementado por aportaciones bibliográficas, que son las siguientes:
-Schultz, H.; Historia Económica de Europa (1500-1800): artesanos, mercaderes y banqueros. Concretamente el capítulo del comercio y el mercantilismo, Madrid, 2001.
- Kriedte, P.; Feudalismo tardio y capital mercantil: líneas maestras de la historia económica europea desde el s. XVI hasta finales del s. XVII, Barcelona, 1987.
- Cipolla, C.; Historia económica de la Europa preindustrial, Madrid, 1987.
Mª Aránzazu Redondo Alonso

1 comentario:

David Alonso dijo...

Buena entrada. ¿Puedes citar tus fuentes de información?
Un saludo,
David Alonso